La diferencia principal es que nuestro espectro óptico (880 nm) es prácticamente libre de ruido. Los sistemas de radio sufren de la interferencia de otras señales, otras redes de wifi y dispositivos. Las frecuencias de radio más utilizadas son las bandas de 868MHz y 2,4GHz, que están extremadamente congestionadas y una transmisión que funcione la primera vez, puede interrumpirse la próxima vez.
La contaminación de las frecuencias de radio no desaparecerá en el futuro: en realidad empeorará. La comunicación óptica es por lo tanto más estable, más robusta y está mejor preparada para el futuro.