Al automatizar el proceso de precios se libera tiempo para trabajar en más procesos de valor agregado como ayudar a los compradores y abastecerse de productos críticos. Los cambios de precios manuales también son una tarea aburrida que pocos empleados encuentran gratificante. Además, como los cambios de precios con frecuencia vienen en lotes irregulares, también son difíciles de dotar de personal en forma acorde. Las tiendas podrían tener que recurrir a un montón de gente extra para tener el trabajo listo a tiempo, y esto en sí no siempre es posible.